La gratitud es el puente hacia la alegría y la esperanza
3 pasos para llegar allí
Por Sadie V. Williams del trabajo del Dr. Tanmeet Sethi
1. La diferencia entre Alegría y Felicidad.
- Ser feliz es una emoción temporal en respuesta a un momento externo. Proviene de los 5 sentidos; ver, oír, saborear, oler, tocar y sentir. Respondemos con alegría cuando vemos a nuestros hijos divertirse, o cuando comemos algo delicioso, o cuando alguien nos felicita. Está en el momento y es fugaz.
- La alegría es un estado del ser y se cultiva desde el mismo lugar donde el amor y la creatividad viven, en tu corazón, y están siempre contigo. Es ilimitado y transformador y está esperando ser aprovechado como un depósito. Requiere entrega y, como el amor, es una elección. Mi cuñado es famoso por citar "No dejes que nada ni nadie te robe tu alegría".
2. ¿Cómo cultivamos la alegría cuando NO estamos contentos con nuestras vidas, circunstancias y/o relaciones?
- Enfrentar el duelo, la pérdida, el fracaso, la enfermedad, el distanciamiento, el dolor crónico, el envejecimiento, etc. Esto nos hace infelices (tristeces, enojados, deprimidos, mezquinos, críticos y críticos).
- Acompañado de emociones negativas (expresadas externamente) gritar, hacer berrinches, ser sarcástico, crítico y crítico, y sentimientos (expresados internamente) ansiedad por miedo o paranoia, tristeza, desesperación, melancolías, fatiga debilitante y depresión. O no sentir nada, adormecerse, incapaz de sentir nada, generando falta de compasión o bondad, frialdad de corazón.
- Emociones antiguas que provienen de la amígdala para luchar, congelarse o emprender el vuelo que se huye. Derivado para protegernos y sobrevivir en tiempos de miedo real a la violencia,
ataques de animales o agresiones, accidentes graves o guerras, sí, necesitamos estas emociones reactivas para sobrevivir pero NO cuando la situación, las circunstancias o los conflictos no amenazan nuestra vida.
- Para cultivar la alegría y un cambio de perspectiva y actitud, practique la gratitud; el puente hacia la alegría y hacia emociones y sentimientos más saludables comienza con el agradecimiento. El mero acto de agradecer todas las lecciones de la vida, incluidas las difíciles, es fundamental para desarrollar la capacidad de desarrollar fuerza, coraje, resiliencia, paciencia y perseverancia. Para seguir adelante pase lo que pase. Esto es lo que nos lleva a tener esperanza y creer o tener fe en el futuro y en nuestra capacidad no sólo de sobrevivir sino de prosperar.
- La experiencia de sobrevivir a un accidente o una enfermedad (pensemos en la pandemia y en cómo todos tuvimos que adaptarnos) fue un desafío, pero lo logramos y logramos vivir a pesar de ello. La resiliencia y la creatividad surgieron para enfrentar los desafíos. Siempre hay algo por lo que estar agradecido.
3. ¿Cómo podemos hacer esto cuando es contrario a la intuición? No tiene sentido agradecer el dolor, la pérdida, la injusticia, la violencia y un corazón roto.
Aquí hay un par de formas prácticas de utilizar la energía de la atención plena, de la autocompasión y la bondad, para dirigir la emoción (energía en movimiento) hacia el autocuidado y el equilibrio, para fomentar hábitos positivos de replantear perspectivas negativas, ser valiente y resiliente, y aprender a ser paciente y perseverante con uno mismo y con los demás.
- Adéntrate en una presencia encarnada. “El trauma vive en el cuerpo y allí es donde también sana” (Tanmeet Sethi) Esté en su cuerpo, concéntrese en qué parte de su cuerpo vive la ira, el dolor y la pérdida y dirija la energía curativa allí.
- Utilice el auto-toque como la mano sobre el corazón, o abrácese, masajee su cuello u hombro y bríndele una presencia amorosa. Esto es crucial para activar el nervio vago para relajarse y desestresarse.
- Cante, baile o ríase con videos de perros y niños para estimular las cuerdas vocales que mejoran su estado de ánimo y estimulan el sistema inmunológico con hormonas positivas como la dopamina y la serotonina.
- Reflexiona, escucha a tu yo más profundo y escribe en un diario lo que quieres decir en voz alta. Cuando liberes el dolor, el dolor y la preocupación al universo, estos serán vistos/escuchados y dejados a un lado hasta que se resuelva por sí solo.